Llega uno de los momentos más esperados del año para miles de jubilados. A partir de este lunes, 23 de septiembre, podrán adquirirse los viajes del Imserso para la temporada 2024-2025 y, como todos los años, tendrán que darse prisa para poder elegir, ya que las plazas son limitadas.
Las reservas se abren a las 9:00 de la mañana. A partir de ese momento, se habilitarán casi 900.000 plazas. Las primeras en venderse -días 23 y 24 de septiembre- será para los viajes a Andalucía, Cantabria, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón, Murcia, Madrid, Extremadura y Melilla. Si quedan plazas disponibles, a partir del día 25 de septiembre podrán seguir comprándose.
Entre el 25 y el 26 de septiembre se comercializarán los viajes a Galicia, Asturias, País Vasco, La Rioja, Castilla-La Mancha, Cataluña, Ceuta y las islas Baleares y Canarias. En este caso, para adquirir más viajes, habrá que esperar al 27 de septiembre.
Para el primer lote, el correspondiente a la costa peninsular, se ofertarán un total de 443.887 plazas; para el segundo, el de la costa insular, serán 230.039 plazas; y para el tercero, correspondiente a las escapadas y turismo europeo, 212.343 plazas.
¿Cómo hacer la reserva?
La reserva hay que hacerla siempre a través de una agencia de viajes concertada o bien a través de la web de turismo social.
¿Cuánto cuestan los viajes del Imserso?
En función del destino y de la estancia los precios varían. Por ejemplo, en la costa mediterránea, ocho días y siete noches, en habitación compartida, con pensión completa y transporte costaría 230 euros.
Si se prefieren las islas, el viaje con las mismas condiciones que a la costa mediterránea costaría 270 euros en las Islas Baleares y unos 355 euros en el caso de escoger las Islas Canarias.
Si se prefiere algo más barato, siempre queda hacer turismo por las capitales de provincia. Cuatro días y tres noches salen por menos de 125 euros. Todos ellos son precios cerrados.
Otro gasto más
La denuncia de los trabajadores sobre las cenas de Navidad: tan solo un 15% las pagan las empresas
Las cenas de empresa ya no son lo que eran. Los trabajadores se quejan de que estos eventos tienen precio de oro y que ya no los paga la empresa, sino que el dinero sale de su propio bolsillo.