En los montes de Aliseda de Tormes, en plena sierra de Gredos, no hay ni una sola vaca pastando. "Aquí ahora mismo tendría que haber unas 500 vacas y ha quedado todo desolado", afirma Antonio Carrera, uno de los ganaderos afectados. En la zona, la ganadería es la principal actividad económica, pero un brote de tuberculosis ha acabado con ella.

"Se ha producido el vacío sanitario, que es el sacrificio de todos los animales de la explotación por considerar que es un peligro, que esa explotación siga en la zona y que puedan contagiar a otros animales", ha confirmado Rubén Prieto, veterinario clínico.

El foco de la infección estaría en la fauna salvaje. Jabalíes y corzos se mueven por los mismos pastos comunales que las vacas de Aliseda. Los ganaderos denuncian que no se realiza el suficiente control de estos animales y que, dentro de unos meses, se podrían encontrar en la misma situación.

"Estamos siempre con miedo porque no podemos invertir lo que teníamos pensado para sobrevivir", confirma Patricio Martín, otro de los ganaderos afectados. "Tenemos dos tipos de lobos, el ibérico, que nos mata las vacas y la administración, estos lobos que nos están haciendo mucho más daño que el ibérico", ha señalado Ángel Martín, del Sindicato La Alianza UPA-COAG.

Desde la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León explican que se han limitado a cumplir las leyes europeas y que el brote en esta población ha sido muy violento. De los animales analizados, el 12% ha dado positivo.

"Es un negocio que, de momento se paraliza, que hasta dentro de 5-6 meses no se puede poner en funcionamiento y que hay que empezar de cero", ha manifestado Marciana de Esteban, alcaldesa Aliseda.

Piden a la Junta que agilicen el trámite de las indemnizaciones. Pero, aún así, con las explotaciones paralizadas durante meses, muchos ganaderos, sobre todo los más jóvenes, se plantean si seguir apostando o no por el negocio del que ha vivido hasta hoy Aliseda de Tormes.