Subirse a bordo del Titanic va a ser posible. En China están construyendo una réplica como atracción dentro de un parque temático. El proyecto comenzó en 2014 y aún se sigue completando: por el momento se han empleado 23 toneladas de hierro, están implicados más de 100 trabajadores y su coste está tasado en 150 millones de dólares (para el navío original se destinaron unos 10 millones de dólares en el momento).

Su Shaojun es uno de los inversores implicados en el proyecto. Detalla que su objetivo principal es replicar los 260 metros del barco para mantener su memoria viva: "Espero que vuelva en 100, 200 años (…) Nuestro objetivo es construir un museo de él".

La réplica contará con todos los elementos del original, "desde el muelle donde partió en Southampton hasta la sala de motores, la cabina, la piscina o el gimnasio", relata Su Shaojun. El mismo esgrime que, durante el tour, se contarán "historias conmovedoras relacionadas con el hundimiento".

La atracción estará ubicada en la parte oeste de China, "no muy lejos de las ciudades de Chengdu y Chongqing", recalca el inversor. Evalúa que atraerá "población de todo el mundo" y estima que lo visitarán "entre dos y cinco millones de personas" al año. Además, se puede pasar la noche allí pagando unos 150 dólares.

Sin embargo, no a todo el mundo le agrada la idea. Muchos internautas de redes sociales chinas lo catalogan de "siniestro" y se preguntan "por qué iban a pasar una noche ahí". Otros ironizan sobre su construcción: "Una réplica de un barco naufragado. Qué plan tan 'interesante'".

 

La historia del Titanic

El Titanic era el barco de pasajeros más grande del mundo en el momento de su construcción. Zarpó el 10 de abril de 1912 desde Inglaterra y su destino es Nueva York. Cuatro días después de su marcha, colisionó contra un iceberg en medio de la noche y se hundió en tan solo tres horas. Un informe de Estados Unidos determinó que fallecieron 1.517 personas y se salvaron 706, según informa 'CNN'.

James Cameron dirigió en 1997 el largometraje homónimo donde reflejaba lo sucedido a través de una historia de amor entre Leonardo Di Caprio y Kate Winslet. El filme arrasó en la gala de los Óscar del año siguiente. Logró 11 estatuillas y se erigió como la más laureada de la historia –junto con 'Ben-Hur' y 'El señor de los anillos: El retorno del rey'-. Contó con un presupuesto de 200 millones de dólares y recaudó más de dos mil millones de dólares.