La legislatura de Texas estudia un proyecto de ley que castigaría a las personas que tienen, observan o promueven el sexo con animales, unas conductas penalizadas ya en otros 42 estados de Estados Unidos.

La propuesta, conocida como HB 1087, promovida por la legisladora estatal demócrata Carol Alvarado, pretende penalizar con dos años de cárcel a quien participe, promueva u observe actos sexuales con un animal.

En caso de que el animal sufra lesiones graves o fallezca a causa del contacto sexual, el autor se enfrentaría a un delito grave que puede conllevar una multa de hasta 10.000 dólares y dar lugar a una pena de prisión de entre dos y veinte años.

Para la directora estatal de Texas de la organización Humane Society, Katie Jarl, esta legislación es necesaria para asegurar que las personas que abusan o violan a los "inocentes" animales reciban un castigo "acorde con la aberración que cometen".

Asimismo, Jarl aseguró que ésta es una ley que no solo abogará por los derechos de los animales, sino que defenderá a otro colectivo "muy vulnerable": los niños.

De hecho, un estudio de conducta sexual inapropiada realizado en 2008 en este estado concluyó que hay un mayor riesgo de cometer abusos sexuales a niños si una persona se ha involucrado anteriormente en relaciones sexuales con animales, según detalló el diario estatal Texas Tribune.