Las mujeres pueden sufrir en cualquier momento y lugar. Así lo ha expuesto una joven española, que ha publicado un post en el que ha relatado una gravísima experiencia que vivió a principios de diciembre en Cádiz, donde reside. Cuatro menores intentaron agredirla sexualmente, y logró salvarse gracias a un hombre que pasaba por la zona.
"Anoche tuve una cena con unos amigos y, después de ir toda la semana en chándal y en vaqueros, decido ponerme una minifalda que me compré el día anterior", comienza explicando Ana Cobos, de 24 años. Eran, aproximadamente, las 20:30 horas, cuando ocurrió todo.
"Salgo de casa SOLA para coger el bus (ya que con tacones, la verdad, no me apetecía mucho caminar) y paso por una calle en la que había cuatro chicos (menores de edad, por su apariencia), de los cuales uno se para justo delante de mi y me dice "oye guapa, sube a casa conmigo y pasamos un buen rato".
Cobos relata que intentó zafarse de los individuos pasando por su lado para alejarse rápidamente de allí, pero los agresores se interpusieron de nuevo en su camino. "El chico, de nuevo, se pone justo delante de mí, mientras que los otros dos chicos me agarran cada uno de un brazo para que no me fuera".
Es aquí cuando, relata la joven, comienza a ser salvajemente agredida. "El cuarto chico empezó a meterme mano por debajo de la falda y a tocarme como si estuviéramos en una cama. El chico que estaba delante de mí me agarra con la mano la boca mientras me decía "tú te vienes conmigo porque tú lo que eres es una puta".
"Yo no sabía qué hacer, solo lloraba", continúa Cobos. El azar quiso que un hombre que pasaba por esa misma calle "concurrida" presenciara toda la escena y consiguiera ayudar a la joven a escapar. "Vio lo que pasaba y lo paró todo, me agarró del brazo y me llevó con él hasta la parada del autobús".
La agresión no acabó ahí, pues mientras la víctima se iba alejando con rapidez de aquel lugar, los agresores siguieron profiriendo insultos y amenazas: "Los chicos, detrás, gritándome (puta, que llevas falda y vas provocando, luego no queréis que os violemos, puta...). Así hasta que me monté en el bus y ya los perdí de vista".
Si bien Cobos afirma sentir "una impotencia enorme" porque afirma que no pudo "hacer nada" y llegó a sentirse "sucia y hasta violada" y "no poder denunciarlos", ha explicado que ha compartido el post para encontrar al hombre que la ayudó "y darle las gracias, y por un motivo mayor: "Por si a alguna chica le ocurre algo de esto, que ya sepa que son cuatro menores y que les da igual la hora y el sitio".
Aquí puedes leer el postcompleto.