Zoe fue encontrada sin comida y sin agua en una caja de plástico con heno dentro y atada con una cadena en el patio exterior del domicilio de su dueño en Exeter (Nueva York), tal y como ha publicado la Policía de Nueva en su cuenta de Facebook.

Según informa 'New York Post', fue un conductor de la empresa de mensajería UPS quien alertó a la Policía de que una perra se encontraba en malas condiciones y con una de las patas que parecía estar "amputada".

La perra fue trasladada a la Clínica Veterinaria Oneonta en el Condado de Otsego, donde encontraron restos de hueso en su estómago, según informan las autoridades.

Los veterinarios creen que Zoe se comió su propia pata porque estaba hambrienta. "Nunca había visto algo así. Te rompe el corazón. Es una perra muy dulce", asegura Joan Puritz, el veterinario que ha llevado el caso de Zoe.

El dueño, Carl K. Pritchard, de 59 años ya ha sido detenido y acusado de maltrato animal por tener a la perra hambrienta, en malas condiciones y no darle un refugio adecuado, según fuentes policiales.

Desde la protectora de animales 'Susquehanna SPCA', donde ha permanecido el animal, han agradecido a todos aquellos que han donado dinero desde todas las partes del mundo a través de la plataforma para el cuidado de Zoe.

Pese a la dureza de esta historia de maltrato animal, la perra ha tenido un final feliz y ya ha sido adoptada.