El volcán de La Palma muestra su fuerza en el día 54 de la erupción. La sismicidad vuelve a ser muy importante: ayer se produjeron 47 sismos a gran profundidad de un total de 118. No se habían registrado tantos tan profundos ningún día de la erupción. Y este jueves se ha llegado a registrar un terremoto de magnitud cinco, el cuarto que se registra de esta magnitud en este volcán, y que se ha dejado notar también en Tenerife y La Gomera.

Otro dato muy preocupante es la emisión de dióxido de azufre (SO2), que ayer arrojó un valor de entre 31.000 y 43.000 toneladas. Unos valores que pueden significar que se trate de un repunte puntual o que se ha roto la tendencia decreciente que venía mostrando.

Alto también el aporte de lava, queaunque no la vemos saliendo de las bocas del cono principal, sí la vemos brillante formando la nueva fajana, lo que indica que llega muy caliente a pesar de estar muy lejos del volcán.

Francisco Prieto, portavoz del comité de dirección del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), hablaba ayer de "un pequeño repunte" en dos de las variables que permiten analizar el estado de salud del proceso eruptivo, y reseñaba que desde hace tiempo vienen avisando de esta posibilidad.

También María José Blanco, portavoz del comité científico, recordaba que desde hace semanas vienen advirtiendo de la probable ocurrencia de terremotos sentidos, y añadía que dentro de una fase de "estabilidad" el sistema tiene capacidad de reajustes que pueden provocar esta sismicidad "bastante grande en número y magnitudes".

La deformación se mantiene. Como hay gran cantidad de gases y los terremotos han aumentado, los expertos consultados creen que no tiene por qué deformarse el terreno, ya que existe una buena conducción por las tuberías ya creadas. La explicación estaría en una posible recarga.

En cuanto a la evolución de las coladas, la lava sigue rellenando y haciendo crecer en superficie la número 2, la que ha llegado hasta el mar en la playa de Los Guirres y se espera que se acabe rellenando también el espacio que resta entre las coladas 1 y 9 en los próximos días. La superficie afectada roza las 1.000 hectáreas y mantiene una anchura máxima entre coladas en 3.100 metros. La lava sigue brotando con fuerza del cono principal y el volcán se mantiene a pleno rendimiento.

Las imágenes bajo estas líneas, grabadas por técnicos de Involcan, muestran el avance de la lava por el acantilado de Los Guirres y el crecimiento de la nueva fajana que se ha formado.

La calidad del aire, otro de los factores que se están midiendo desde que comenzó la erupción, registra una mejora en los cinco municipios de la zona oeste de La Palma, donde este miércoles no se superó el umbral diario de partículas finas en ninguna estación de la isla. Sobre las condiciones meteorológicas, la nube de cenizas se desplaza al oeste, manteniéndose el escenario favorable para la operatividad aeronáutica.