Con carritos, paraguas y hasta maletas: así intentaron asaltar el parlamento los manifestantes hongkoneses, y cuatro horas después lo consiguieron.

Porque la cámara legislativa es la cuna de su desgracia, el lugar donde se podría aprobar la polémica ley de extradición a China

También han realizado pintadas y eslóganes en las paredes contra los emblemas y la líder de Hong Kong; y hasta una bandera británica como forma de nostalgia de algunos por los tiempos del imperio.

Una incursión que ha acabado con las instalaciones del Parlamento seriamente dañadas tras el asalto en cuanto la Policía ha decidido hacer acto de presencia, y con ella, los gases lacrimógenos volvían para dispersar a los manifestantes.

Seguirán pidiendo la eliminación total de la ley, sin aplazamientos ni enmiendas y, sobre todo, mantener su independencia judicial de China.