Todavía quedan restos de sangre a la puerta de la casa de Juana. Su expareja utilizó un hacha para acabar con su vida. Poco después, el hombre se suicidaba.

"Yo vi un charco de sangre. Me llamó la Guardia Civil para ver si les había visto y me contaron que la mayó y él se ahorcó", explica un vecino.

Él tenía desde hace dos meses una orden de alejamiento. De hecho, dentro del protocolo de protección, la Policía llamó a la mujer, pero no advirtieron riesgos.

El alcalde de Valverde de la Virgen, David Fernández, sostiene que "la llamaron a las cuatro de la tarde y ella manifestó que todo se encontraba bien".

Minuto de silencio en Valverde de la Virgen. Sus vecinos, impactados, se preguntan si podría haberse hecho más por protegerla.

La subdelegada del Gobierno en León, Teresa Mata, afirma que "obviamente hay imponderables que muchas veces desgraciadamente pasan y es inevitable que algo así suceda".

Asociaciones de mujeres, sin embargo, aseguran que los protocolos pueden mejorarse con mayor inversión. Lorena Abellán, de Mujeres Unidas contra el Maltrato, insiste en que "lo que hay que hacer es dotar de más recursos: más pulseras telemáticas, más medidas de protección efectiva y real, más policías..."

El pueblo de Juana ha decretado dos días de luto. Con su muerte, son ya 39 las mujeres asesinadas por sus parejas en lo que va de año.