Victor Laínez fue atacado por la espalda con un fuerte golpe que le provocó la muerte. También sufrió varias hemorragias, según lo que han descrito los foresenses en el juicio: "Tenía tres lesiones, la nariz hundida y además le sangraba el oído".
Lesiones brutales incompatibles con las lesiones que tenía Rodrigo Lanza, cuyo reconocimiento médico apuntaba que "las lesiones de la mano derecha (...) no son compatibles con las lesiones comprobadas en el fallecido".
Lo que le hace pensar a la acusación que, probablemente, Lanza utilizara algo contundente en sus manos, quizás un guante americano.
Los forenses también han explicado que Laínez no pudo defenderse: "No se aprecian lesiones en extremidades superiores que indiquen la existencia de defensa o de lucha".
Una brutal paliza ejercida con violencia, aunque el psicológo que le visitaba en prisión asegura que Lanza es un hombre tranquilo. Una imagen que no tiene nada que ver con la persona que golpeó a Laínez hasta la muerte.