Todos los inviernos ocurre eso de que tenemos las manos y los pies 'congelados', y preguntamos en la calle si se han planteado ir al médico por ello, donde nos dicen que no lo han hecho. Sin embargo, aunque parece ser normal con las bajas temperaturas, si nos ocurre a pesar de abrigarnos e incluso en los meses de calor, podría esconder algunas afecciones de salud.

En este sentido, Óscar Barro, médico de atención primaria, advierte de que "el hecho de tener manos y pies fríos de forma constante podría hacernos pensar en que hubiese detrás una patología", que podría estar relacionada con problemas vasculares, tal y como señala Juan José López, médico especialista en endocrinología: "Es lo que llamamos una enfermedad vascular periférica, que es una complicación de la diabetes, puede ser una complicación de la hipertensión, o una complicación de enfermedades relacionadas con el metabolismo de los lípidos".

Así, podría influir en la calidad de vida de la persona. "Si hay una frialdad extrema, habría que consultarlo, porque realmente está ocasionando un síntoma realmente molesto", defiende Juan José López. En la misma línea, el doctor Óscar Barro afirma que lo recomendable en estos casos es "comentárselo al médico de atención primaria para que descartase algunas de las patologías con las que podría haber directamente relación". Y así, evitamos que esos pies, que para algunos están "siempre súper congelados", nos descubran un problema de salud imprevisto.