En una mano las bolsas de la compra y en otra el abanico. Salir a comprar a pleno sol puede tener consecuencias para nuestra salud. "Puede desencadenar somnolencia, mareos, convulsiones o incluso coma", explica Nieves López, Jefa de Medicina Preventiva del Hospital Gregorio Marañón. E incluso situaciones más graves como un golpe de calor. Las olas de calor son episodios de temperaturas extremas muy altas que pueden tener consecuencias sobre la salud de la población.

Dormir a 30ºC pone nuestro cuerpo al límite. Para muchos dormir con este calor es imposible. Esto afecta a nuestro descanso, pero también a nuestra memoria, a la atención y a la concentración del día siguiente. Seguro que a alguno os ha pasado que el día que dormís más no queréis hablar con nadie. Y es que dormir poco puede causar mal humor o estar más irritables.

Y cuidado también con meternos al coche si lo hemos dejado al sol, porque conducir con más de 30 grados dentro es como haberse tomado 2 ó 3 cervezas. El interior de un coche expuesto mucho tiempo al sol puede alcanzar hasta los 60º. Según la DGT, la temperatura interior de un coche debe oscilar entre los 21 y los 24 grados para circular con seguridad.

Una recomendación: evitar las horas centrales del día para salir a la calle. Un ejemplo sería hacer la compra mejor a primera hora de la mañana o a última de la tarde. "Nuestra piel sufre, puede llegar a alcanzar los 41º y provocar fiebre", subraya Nieves López. Por eso, la crema, sea para 100 metros o para diez minutos de exposición es necesaria y si es de alta protección, mejor.