Miriam Pérez Mendoza trabajaba de administrativa en los servicios jurídicos de UGT y fue despedida hace un año y ocho meses con otros trece compañeros en un ERE que considera discriminatorio y que llevaba "nombre y apellidos".

Tras 27 días en huelga de hambre no ha conseguido que nadie de UGT se haya dignado a hablar con ella, según denunció su hija, Susana González. El pasado miércoles, Miriam Pérez fue hospitalizada por un desvanecimiento después de 22 horas sin ingerir líquidos, y tras salir del hospital regresó de nuevo ante la sede de UGT para continuar con su protesta.

Actualmente no ingiere alimentos, aunque sí líquidos, y aunque está consciente apenas puede hablar, tiene la frecuencia cardiaca muy alta y dolores en el pecho, relató su hija.

Un médico que la atendió este domingo por la mañana ha aconsejado que sea trasladada al hospital para estar en observación, pero ella "no quiere moverse de aquí y no va levantar el campamento" en su lucha por su empleo y por su dignidad, explicó Susana González.

La hija de Miriam Pérez denuncia la "deshumanización" y la crueldad de UGT, que no ha reaccionado en estos 27 días a pesar de que todos los grupos políticos municipales han mostrado su preocupación al sindicato y le han pedido que dialogue con ella para evitar "un desenlace indeseado". "Si simplemente se abriera una vía de diálogo se podría acabar con esta situación, lo mínimo es que se sienten a hablar", dijo la hija de la huelguista.

El pasado 27 de marzo, el responsable de cohesión social de UGT de Canarias, José Ángel Ramírez, dijo que la única solución a este caso es que Miriam abandone la huelga de hambre, porque ni va a ser readmitida ni va a reunirse con el secretario general de UGT Canarias, Gustavo Santana, porque él nunca ha tenido interlocución directa cuando hay problemas con trabajadores.