Las fotos de Luisa aparecen en Internet ofreciendo sexo gratis. Lo ha hecho un 'troll', un ciberacosador que desde hace meses la insulta desde el anonimato, oculto detrás de su pantalla. Este es uno de los muchos depredadores de la red que busca terminar con la reputación de empresas y de personas.
Lo hacen a través de mensajes vejatorios en redes sociales, masivos a través del WhatsApp o publicando en Internet datos personales. "Una mala reputación en Internet puede poner en la cuerda floja a un aspirante a un empleo, puede hacer perder un 20% o un 30% de facturación a una empresa o puede sumir a un profesional en el descrédito", relata Francisco Canals, periodista experto en ciberataques.
Los ciberacosadores más dañinos son los 'punishers', capaces de suplantar la identidad en la red; incluso, de enviar amenazas de muerte. Los expertos aseguran que son delitos complicados de catalogar porque limitan con la libertad de expersión. También, son difíciles de perseguir.
"Si el autor del comentario está alojado en otro país o en un servidor de otro país, la policía al final tiene una jurisdicción, que son las fronteras nacionales", precisa Canals. En cualquier caso, las asociaciones de usuarios de Internet recomiendan denunciar siempre porque el ciberacosador siempre termina dejando rastros en la red.