Las claves del texto que han presentado los taxistas de Madrid para intentar desbloquear una situación estancada son dos: por un lado, exigen un tiempo mínimo de precontratación de una hora para los VTC. Además, piden que no puedan hacer servicios de menos de cinco kilómetros.

Según ellos, en este documento se da una rebaja importante de sus pretensiones. Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, ha asegurado que van a examinar el documento, pero no ha dejado mucho lugar al optimismo: "Es inaceptable que un gobierno cediera a semejante pretensión".

¿Qué significa esta respuesta? Más huelga y, según han anunciado, más intensa. "Iremos intensificándola y, desde luego, no vamos a volver con las manos vacías", ha asegurado el presidente de la Federación Madrileña del Taxi, Julio Sanz.

Los taxistas han vuelto a concentrarse ante la sede del Partido Popular y tienen previsto hacerlo de nuevo en Sol, ante la sede del Gobierno de la Comunidad. Pero los diez días sin trabajar cada vez pesan más. "No nos lo podemos permitir", dicen algunos de los trabajadores.

Pero, al menos, en público su discurso no cambia. No volverán a trabajar hasta que no haya solución: "Tendremos que aguantar". No lo ven así algunos taxistas asalariados como Antonio, que ha asegurado que se trata de un cierre patronal y que él ha dejado de cobrar sin que le diesen alternativa.

"Tú no puedes dejar a tu empleado sin cobrar porque tú decidas hacer huelga por mi bien y vamos a dejar de cobrar los dos", ha denunciado Antonio. En Madrid hay unos 6.000 taxistas asalariados.