Gerard Suárez supo que algo no iba bien nada más subirse al coche una pareja, tal y como él mismo ha relatado: "El chico se sentó atrás y la chica no quería sentarse detrás, sino en el asiento del copiloto; estaban juntos, pero ella estaba muy nerviosa, haciendo una llamada con una amiga y pidiéndole que no la colgase".

Tras unos minutos de trayecto, la chica le pidió auxilio. "Me cogió la mano del cambio, puso su mano en mi mano y me pidió por favor que la ayudase", ha recordado Suárez, quien no dudó ni un segundo en cambiar de destino. "En vez de llevarlos donde mi dijeron, decidí llevarlos a comisaría de la Policía. Vi los ojos de esa chica y lo primero que se me vino a la cabeza fue mi hija", ha expresado el taxista.

La joven contó a la Policía que conoció al hombre, de 25 años, en una discoteca esa noche y que en Burjassot, en plena vía pública, intentó forzarla a mantener relaciones sexuales, pero ella se resistió. Tras la denuncia de la joven, el hombre, que tenía antecedentes policiales y estaba en situación irregular, fue detenido.

Ahora, Gerard Suárez respira tranquilo. Y es que sabe que lo que hizo pudo haberle salvado la vida a la chica, por lo que esa carrera se quedará como una de las más importantes de su trabajo como taxista.