El taxista al que un cliente le arrancó los ojos en un viaje entre Valencia y Ontinyent en marzo de 2015 ha asegurado en el juicio que el agresor le dejó "como un muerto viviente".

Los hechos sucedieron cuando al llegar al destino, el joven acusado intentó no pagar el trayecto golpeando al taxista y clavándole los dedos en los ojos hasta dejarle prácticamente ciego.

La víctima, que declaró detrás de una mampara en el juicio, ha relatado que cogió del brazo al agresor cuando hizo amago de salir sin pagar. En ese momento asegura que le introdujo los dedos en los ojos: "Quedé atrapado por el cinturón de seguridad y no podía moverme ni quitármelo de encima".

Señala que "se metió entre el volante y el salpicadero" con las rodillas en su pecho: "Clavó sus dedos en mis ojos". En ese momento, asegura, le mordió un dedo en defensa propia. El suceso siguió fuera del vehículo: "Me atacó por la espalda. Yo no veía. Caí de rodillas al suelo y me golpeó para tirarme a un canal junto a la cuneta".

Cuando la víctima quedó inconsciente, éste entró en el taxi y le robó su mochila con 140 euros y un datáfono.

El conductor ha sufrido graves secuelas a causa de las lesiones, perdiendo la visión casi por completo, lo que le impide seguir trabajando. Por ello, la fiscal pide 9 años y 6 meses para el acusado, por un delito de lesiones agravadas, y 3 años y 6 meses de prisión por otro delito de robo con fuerza, además de 400.000 euros en indemnizaciones, a las que se suman más de 11.000 euros que le reclama por gastos la Generalitat.

El acusado, en su declaración, dio una versión diferente de los hechos. Asegura que el taxista le cogió del cuello y que su intención era pagarle, pero se asustó tras la trifulca.