Los familiares de un fallecido estuvieron más de cuatro horas esperando para poder enterrarlo porque el féretro no cabía en el nicho, a pesar de que la familia denuncia que había avisado al Ayuntamiento de que precisarían de dos nichos porque el hombre era una persona obesa.

El joven de 28 años con obesidad mórbida pesaba casi 300 kilos y se había sometido recientemente a una cirugía, pero una complicación provocó su muerte. El féretro que encargó la familia para el entierro era más grande de lo normal, por lo que según han asegurado, avisaron al ayuntamiento de El Ejido, del que depende el cementerio en el que querían enterrarlo para solicitar dos nichos.

"Estábamos dispuestos a pagar otro nicho para que cuando llegáramos a las 6:30 al cementerio no nos encontráramos con lo que nos encontramos. Y el Ayuntamiento dijo que no, que era imposible", ha lamentado uno de los familiares.

En el funeral, al que acudieron numerosas personas, se vivieron momentos de mucha tensión cuando el féretro se quedó totalmente atascado. De hecho, tuvieron que acudir hasta los bomberos para que después de cuatro horas de espera se arreglara el problema.

La solución pasó por tirar parte del muro que ceñía el nicho. "Rompimos los nichos de los lados con martillo y cincel", ha explicado uno de los familiares, que ha indicado que fue entonces cuando decidieron llamar a los bomberos que, tras más de una hora de trabajo, consiguieron enterrar el féretro.