"Nos gustaría informarle que frente al hotel tiene lugar una
huelga convocada por la empresa externa que presta los servicios de limpieza en
el hotel. Lamentamos las molestias que puedan causarle durante su estancia",
así empieza la carta que este fin de semana se encontró Joaquín Urias en su habitación
del Hotel Barceló Nervión de Bilbao.
Allí, frente al hotel, efectivamente había una manifestación
de las camareras de piso, conocidas como las kellys, que hartas de las pésimas
condiciones laborales iniciaron una protesta que se alargaría todo el fin de
semana.
La carta continuaba con unas disculpas y un obsequio para
los clientes: "Hemos preparado unos tapones para los oídos que puede utilizar
en caso de requerirlos. Además, internamente tenemos un servicio de limpieza
contratado que gestionará la limpieza de las instalaciones del hotel siguiendo
los estándares de la cadena. Lamentamos la situación".
Urias, indignado por la situación, ha querido denunciarlo en
Twitter: "¡En vez de disculparse por el ruido que causan las protestas de las
trabajadoras en huelga, mejor harían en pagar un sueldo decente a las Kellys!".
El exletrado del TC ha explicado a laSexta que puso
un escrito de reclamación por la situación y apunta que no ha recibido
respuesta alguna por parte del hotel.