Cinco enfermeras de un hospital de Denver fueron suspendidas durante tres semanas de empleo y sueldo por admirar los genitales de un paciente incapacitado antes y después de su muerte, según informa el medio local 'Denver7news'. Las trabajadoras llegaron incluso a abrir la bolsa del cadáver para mirar el pene del fallecido.

El hecho no fue descubierto en un principio, pero una compañera escuchó las conversaciones entre ellas y decidió dar parte al hospital.

El hospital pidió disculpas públicamente y no dudó en suspender de empleo y sueldo durante tres semanas a las enfermeras, aclarando que han violado las políticas y el código de conducta del hospital. La investigación ha señalado que no han cometido ningún delito y que era un problema interno del hospital. Una de las enfermeras ha decidido no volver a recuperar su trabajo por decisión propia.