El hombre se encontraba en el prostíbulo 'Casa da Joana', en Guimares, cuando obligó a la mujer, prostituta, a continuar con una relación sexual que ella había decidido terminar. Ante la negativa, la estranguló hasta que acabó con su vida. Freitas Martins ha estado por ello en prisión preventiva durante dos años.

La víctima estaba casada y se negaba a mantener una relación con el asesino fuera de su trabajo. El abogado del acusado ha calificado el suceso de un accidente ya que, ha alegado, él nunca tuvo intención de matarla por el profundo amor que sentía por ella, "incluso deseaba sacarla del prostíbulo" ha concluido.

El acusado fue catalogado como tremendamente enamorado de la víctima, incluso, por el Tribunal que le condenó por asesinarla; pero el recurso que Freitas Martins ha llevado al Supremo, ha conseguido que la cámara alta del país pueda reducir o anular su pena.

El caso ha provocado la indignación en Portugal de grupos feministas. El Alto Tribunal ha recriminado que los detalles no fueron tomados en cuenta por el juez que llevó el caso y por ello, ha llamado a la recalificación jurídica y penal de la condena que se le instó en un comienzo, debido a la falta inclusión de posibles atenuantes.