El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de seis años y medio de prisión a un hombre que agredió sexualmente a una conocida suya que acababa de ser violada por otro, tratando de introducirle el pene en la boca mientras un tercero la sujetaba.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2016 en Pamplona. En su sentencia, a la que ha tenido acceso laSexta, el Alto Tribunal considera probado que la víctima fue violada por un primer agresor, Juan Pablo Ávila, al que había conocido esa misma noche en un bar, en un parking de la capital navarra.

Instantes después, apareció en el lugar de los hechos el segundo agresor, Miguel José Vizcaíno, junto a otro hombre no identificado. Vizcaíno era conocido de la denunciante y, según consta en el relato de hechos probados, "tenían contacto a través de redes sociales y se saludaban cuando se veían".

Sin embargo, en lugar de ayudarla, la "agarró fuertemente el pelo", "dándole tirones hacia atrás tratando de introducirle, contra la voluntad de ésta, con ánimo libidinoso el pene en la boca, sin que se haya acreditado que lograra la introducción", mientras el hombre desconocido la sujetaba.

Como consecuencia de la forma en que le sujetó el cuello y la cabeza para abusar de ella, la denunciante sufrió una contractura de la musculatura cervical, que se suma a otras lesiones físicas y psicológicas como consecuencia de las agresiones. Además, según consta en la sentencia, fue diagnosticada con un "trastorno mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo", por los que sigue en tratamiento en la actualidad.

En un primer momento, la Audiencia de Navarra condenó a Ávila a siete años y seis meses de prisión por un delito de agresión sexual, con acceso carnal (violación) así como a indemnizar a la denunciante con 35.966, 50 euros, mientras que Vizcaíno fue condenado a seis años y seis meses de prisión por un delito de agresión sexual en grado de tentativa, así como a indemnizarla con la misma cantidad, aunque ambos fueron absueltos del delito leve de lesiones del que se les acusaba.

Ambos condenados recurrieron ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que rechazó los recursos de apelación. Vizcaíno, no obstante, recurrió ante el Supremo, que ahora ha rechazado su recurso de casación, confirmando la sentencia e imponiéndole el pago de las costas procesales.