Tras la sentencia del Tribunal Constitucional que avaló que los menores trans "con suficiente madurez" puedan pedir un cambio de género en el Registro Civil y sus documentos oficiales, el Supremo ha remitido a la Audiencia de Huesca el caso de Patrick, el menor que comenzó esta batalla legal, para que evalúe si se dan las circunstancias que le permitan llevarlo a cabo.

En su sentencia, la Sala de lo Civil del Alto Tribunal aplica la doctrina del Constitucional, que en julio consideró inconstitucional un artículo de la Ley Reguladora de la Rectificación de la Mención Relativa al Sexo de las Personas que impedía a los menores y a sus progenitores instar la modificación de la referencia al sexo en el Registro.

Es el caso de Patrick, un joven de ya casi 18 años de Benasque (Huesca) que fue inscrito como mujer en el registro. Hace cinco años, sus padres iniciaron una batalla legal ante la negativa de la Justicia a permitirle cambiar de género y, ahora, el Supremo ha admitido su recurso contra la sentencia de la Audiencia de Huesca que se lo denegaba, obligando a este tribunal a escuchar al menor para comprobar si se cumplen los requisitos para permitírselo: tener "suficiente madurez" y encontrarse "en una situación estable de transexualidad".

Si se cumplen, indica el Supremo, su minoría de edad "no le priva de legitimación para solicitar la rectificación de la mención registral", a lo que añade que "no haber estado sometido a tratamiento durante al menos dos años antes de la presentación de la demanda no le impide obtener la rectificación solicitada".

No obstante, para el tribunal resulta necesario que la Audiencia escuche a Patrick pues, para contemplar su madurez y situación estable de transexualidad, "no son suficientes las manifestaciones" que sus padres han plasmado en varios escritos.

Ordena, asimismo, que la tramitación del caso por parte de la Audiencia sea de carácter "preferente".

Tras examinar el caso de Patrick, el Supremo planteó una cuestión de inconstitucionalidad de la norma, que fue la que dio paso al Constitucional para dictar la sentencia que ahora aplica el Alto Tribunal. En ella, el Supremo detalla el caso de Patrick, que desde los tres años asumió "el rol genérico masculino" y estuvo totalmente adaptado al mismo: "Desde que era muy pequeño, manifestó sentirse varón y prefirió usar un nombre masculino".

Tras hacer un recorrido por la jurisprudencia que se remonta a los años 80, la Sala explica que "los menores no son ajenos a la problemática de las personas transexuales". "En ellos, -añade- a los problemas que atañen los que son inherentes a la etapa de la infancia y la adolescencia".