Hace unos meses, Amparo [nombre ficticio] pensaba que no llegaría viva al juicio. Recibió una terrible paliza a manos de su expareja, que solo paró de golpearla cuando pensó que estaba muerta y, después de ello, tuvo que lidiar con los múltiples quebrantamientos a la orden de alejamiento que tenía de ella.
Tras cambiar de casa tres veces para evitar sus amenazas, por fin ha respirado tranquila. Se ha celebrado el juicio en Valencia contra su expareja, que ha reconocido que la agredió.
Para su expareja piden 8 años de cárcel como presunto autor de la brutal paliza que le dejó la cara destrozada, tirada en un descampado y medio muerta. Además, se le acusa de quebrantar la orden de alejamiento.
Esta joven asegura que ya tenido que cambiar de casa cuatro veces y cuenta que "cada vez que cambias de vivienda tienes que ir a un cuartel nuevo y entrevistarte con personas nuevas... y siempre estás huyendo".
Amparo ha narrado a laSexta que confía en que él sea condenado y así, por fin, poder vivir tranquila: "Me quedan 15 días para terminar esta condena y volver a mi vida normal. Me siento fuerte, ahora empieza mi vida", ha asegurado.
Y concluye asegurando que lo que más le dolió no fue la paliza, sino todo lo que ha vivido hasta llegar el juicio.