No se les puede llamar ni jóvenes porque son niños. La mayoría tienen en torno a 14 años, pero los hay hasta de 10. No tienen a nadie, duermen en el suelo de una comisaría y, aunque parezca increíble, se dan por contentos porque la alternativa, según denuncian sindicatos de Mossos, es la calle.

Cada día los Mossos hacen la ronda y les piden ayuda sin éxito a unos centros de menores que dicen estar abarrotados. La situación, que ya empezó en verano, se ha vuelto dramática estos días, según los Mossos.

"Son niños que vienen sin ducharse. Muchas veces han estado en la calle y han dormido en la calle. Vienen de otros lugares de España en muchos casos sin comer. Aparecen aquí y el único sitio donde pueden dormir es en un banco de madera", ha afirmado una portavoz de los Mossos.

La denuncia del sindicato o de Mossos a la Fiscalía de Menores ha puesto el foco en una carencia que tanto reconoce el Ayuntamiento de Barcelona. En este sentido, la alcaldesa de Barcelona ha declarado que "hay que planificar y que se implique toda la Generalitat y que le dé la máxima prioridad porque estamos hablando de menores". "Es inaceptable que haya menores durmiendo en comisarías", ha añadido.

El Gobierno regional dice que es un momento excepcional fruto de un aumento en las llegadas que son incapaces de asumir. Las asociaciones de derechos humanos piden diligencia y recursos. "La llegada de menores extranjeros no acompañados este año a Cataluña se ha triplicado y estamos alcanzando cifras de 1944, según datos oficiales", ha asegurado Antoni Pérez, director de 'Save the Children' Cataluña. Cada noche estos niños tienen que volver a acurrucarse solos en un banco de madera.