Sólo el 21% de los padres tiene constancia de que sus hijos menores de edad han consumido alcohol en alguna ocasión a pesar de que tres de cada cuatro menores reconoce haber bebido en el último mes, según los datos de una encuesta de la Federación Española de Bebidas Espirituosas, FEBE.
Esta encuesta se enmarca en la campaña 'Menores ni una gota. Más de 100 razones para que un menor no beba alcohol', impulsada por FEBE y que cuenta con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
La campaña quiere llamar la atención de los padres sobre la importancia de poder comunicarse con sus hijos para alertarles sobre los riesgos del consumo de alcohol y, para ayudarles en esta tarea.
Según ha explicado Rocío Ramos-Paúl, la psicóloga infantil autora de la guía, en una rueda de prensa, sólo el 21% de los padres encuestados afirmaba tener constancia de que sus hijos se había iniciado en el consumo de alcohol, mientras que un 44% aseguraba que sus hijos no habían bebido nunca.
Estos datos contrastan con los del Ministerio de Sanidad, según los cuales la edad media de inicio en el consumo de alcohol se sitúa en los 14 años y tres de cada cuatro menores asegura haber bebido en alguna ocasión a lo largo del último mes.
Así, según esta psicóloga infantil, de estos datos se desprende la gran dificultad que tienen los padres a la hora de hablar de alcohol con sus hijos, algo fundamental para prevenir el consumo precoz.
Otro de los datos que pone de manifiesto la encuesta es que al 60% de los padres les preocupa mucho las consecuencias que el consumo de alcohol puede tener a corto plazo, como accidentes o relaciones sexuales sin protección, mientras que sólo a un 7% les inquieta la normalización del consumo prematuro como elemento de ocio.
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