Sólo el 10% de las empresas en España tienen protocolos contra el acoso sexual. Es una cifra aproximada porque no existe un registro oficial.

"Inspección de trabajo se encuentra en muchas ocasiones sin la herramienta adecuada para decir 'oye, qué está pasando en esta empresa'",explica Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT.

Pero, ¿qué consideramos acoso sexual? "Como tenemos esa excesiva tolerancia con algunos comportamientos o actuaciones, un simple chiste hecho de forma sistemática puede convertirse en acoso sexual", señala Elena Blasco, secretaria general de Mujer e Igualdad en CC.OO.

Lo sufren mayoritariamente mujeres, pero muy pocas denuncian. Tienen miedo a ser señaladas y a perder su empleo.

"Tradicionalmente, en nuestro país lo que se hacía cuando una mujer denunciaba o decía que un compañero le estaba acosando era cambiarla de puesto de trabajo. Y eso es inaceptable porque vuelves a denunciar a aquella mujer que ha denunciado, añade Cristina Antoñanzas.

Sandra Cid es abogada y elabora protocolos de igualdad para las empresas, dice que suelen ser reacias, no ven el problema. Y aclara, para que haya acoso tiene que haber reiteración. "El conflicto es que ambas partes entran a discutir, mientras que el acoso es cuando una de las partes es sometida por otra persona", concluye.

Lo más difícil es convencer a los testigos para que hablen en un juicio, el miedo es la palabra más repetida cuando se trata de acoso sexual. De ahí, la importancia de amparar a los trabajadores.