Las altas temperaturas de esta ola de calor están convirtiendo España en un infierno, y es que el aire abrasa. En Jaén, se alcanzaron los 44 grados que suponen su récord histórico de temperatura en un mes de julio.

Lo mismo ocurrió en Madrid, donde se alcanzaron los 40,3 grados y una calima abrasadora. Vivir en estos puntos es imposible, con tres días consecutivos metidos en una ola de calor sin precedentes.

Pero la peor parte se la llevó Montoro, en Córdoba. Allí se vivió la temperatura más alta jamás registrada en España: 47,3 grados. La anterior marca pertenecía a Murcia, en 1994 con una décima menos.

Montoro se quedó en la sexta posición mundial y a solo dos grados de la mayor temperatura, que se registró en Kuwait.

Por otra parte, la Consejera de Salud de Andalucía ha confirmado que el trabajador que murió asfaltando lo hizo finalmente por un golpe calor. UGT se va a personar como acusación contra la empresa para ver si existe responsabilidad por su parte, y es que a partir de los 41 grados el cuerpo empieza a fallar.

Por no hablar de lo complicado que es dormir, lo que provoca que estemos más cansados e irritables, porque con más de 26 grados, el mecanismo de refrigeración de nuestro cuerpo debe trabajar duro para poder conciliar el sueño.