A partir de la entrada
en vigor el 30 de junio pasado del artículo de la reforma del Registro Civil
referido al orden de los apellidos, los progenitores deben ponerse de acuerdo
en el plazo de tres días y en caso de desacuerdo, el encargado del Registro
Civil deberá decidir el orden pero no poniendo el del padre en primer lugar por
defecto, como ocurría desde 1999, sino teniendo en cuenta el interés superior
del menor.
Desde 1 cuando se
permite inscribir al niño con el apellido de la madre en primer lugar, pero si
los padres enviaban una solicitud al Juez encargado del Registro Civil y una
declaración de mutuo acuerdo. En caso de no existir consenso, se daba
preferencia por defecto al apellido paterno.
El último cambio operado
para que no haya preferencia del apellido paterno no parece haber surtido
todavía mucho efecto, ya que, se han inscrito más bebés con el apellido materno
en los meses previos a la entrada en vigor de la nueva normativa. Así en junio,
se inscribieron 320 niños con el apellido materno, de un total de 36.420
nacimientos (0,8%). En mayo, se inscribieron 298 de un total de 38.925
nacimientos (0,7%).
Un total de 17.643 niños
españoles ya llevaban el apellido de su madre en primer lugar, según los datos
de los principales Registros Civiles de toda España desde el año 2010. A estos
habría que sumar los menores que lo llevan desde 1999.
Eso sí, la tendencia a
anteponer el apellido materno sí ha sido creciente en los últimos siete años,
según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press. Así, en 2010 fueron
1.546 los bebés inscritos con el apellido materno en primer lugar; en 2011, un
total de 2.336; en 2012, 2.677; en 2013, 2.632; en 2014, 2.676; en 2015, 2.823;
y en 2016, 2.953.El apellido paterno sigue siendo prioritario en todas las
comunidades autónomas y provincias españolas.