Termina de fumar y cuando se da la vuelta para entrar al bar alguien se abalanza sobre ella por la espalda y comienza la agresión. El resto de personas que la rodean, se suman rápido y hasta diez jóvenes empiezan a pegarle puñetazos, patadas y tirones de pelo.

La chica se quedó en el suelo y a su alrededor nadie reaccionó ante la violencia mientras los agresores huían. Ahora se encuentra estable, aunque sufre múltiples contusiones por todo el cuerpo.

La Policía de Murcia detuvo esa misma noche a dos de las seis personas acusadas de participar en esta brutal paliza. La Policía investiga si son grupos de extrema izquierda los que están detrás de esta agresión.