Las fiestas ilegales se siguen repitiendo cada fin de semana. En un piso de Santiago de Compostela el resultado ha sido demoledor para la dueña: el apartamento ha quedado destrozado y se ha encontrado hasta sangre en los muebles.
Inés, la dueña, afirma que se lo alquiló a unos turistas que afirmaban ser una pareja en una plataforma de Internet. Sin embargo, cuando entró el sábado en su apartamento se encontró un sofá volcado y el otro con los engranajes y somieres a la vista; el hueco de la tele vacío, una lámpara rota y sangre por casi toda la casa: en el baño, por las escaleras, en la cama, la pared el suelo, los muebles...
Además, los colchones estaban tirados y había cigarros encendidos sobre la mesilla y sobre el parqué, al igual que botellas vacías por todas partes.
Los vecinos afirman que montaron una fiesta, y a pesar de que la Policía Local de Santiago fue dos veces, como no les abrieron la puerta, ni les identificaron ni les multaron. La propietaria ha denunciado los daños a la Policía Nacional y ahora, dice, los agentes ya han identificado a la persona que alquiló el piso, residente también en Galicia.
También llegan imágenes indignantes desde Madrid. Allí, la Policía Municipal ha impuesto 196 multas en una discoteca en la que ni se guardaban las distancias ni se hacía uso de la mascarilla. Solo en Madrid capital este fin de semana ha policía ha intervenido en 256 fiestas. Eso sí, son 100 menos que la semana pasada.