Las lluvias no han hecho prácticamente acto de presencia en el oeste de Andalucía, lo que ha provocado que los embalses pasen a estar en situación crítica.

En la provincia de Córdoba, se encuentran al 22% de su capacidad, menos de la mitad de lo que sería habitual, sus peores cifras en 13 años. Algunas zonas incluso han sufrido cortes, como es el caso de Lucena.

El embalse de la Breña es uno de los embalses más afectados, con apenas un 15% de agua. Por estas fechas, el porcentaje debería rondar el 55%. La situación es tan grave que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir podría decretar el estado de emergencia en el mes de septiembre, llevando a un posible decreto de sequía con graves consecuencias para el sector de la agricultura.

En Cádiz, por ejemplo, el nivel medio de sus embalses es del 33,12%, cuando a comienzos de verano se encontraban al 42%. Es un dato 5 puntos menor que el que se registraba hace un año.