Las dos estudiantes, de la escuela Bartow Middle School, fueron detenidas y acusadas de conspiración para cometer un homicidio, así como de poseer un arma en propiedad escolar, según informa la CNN.

El plan de asesinar a sus compañeros lo habían trazado mientras veían películas de terror. Además, las menores intercambiaron mensajes de texto en los cuales planificaban sus ataques "minuciosamente". En uno de ellos, afirmaban estar inspiradas por el demonio: "Hoy estamos haciendo esto gracias a Satán".

Sin embargo, el satánico propósito se frustró cuando el colegio llamó a casa de una de las madres para informarla de que su hija no había acudido a clase. Poco después, el subdirector las encontró en el baño. Una de las niñas estaba en posesión en ese momento de un cuchillo de cocina y otro carnicero. Además, llevaban con ellas una copa y un cortador de pizza.

Las menores fueron llevadas al despacho del director, donde vaciaron sus bolsillos y entregaron las armas. Al ser preguntadas el motivo por el que llevaban un arma blanca a clase, las niñas confesaron el plan que tenían de matar a compañeros de clase, así como que eran "adoradoras de Satanás" y que estaban "dispuestas a beber sangre y posiblemente a comer carne", dijo el jefe de la policía de Bartow, Joe Hall, en una conferencia de prensa.

Los detectives hallaron en las casas de las niñas un mapa hecho en el que aparecía escrito a mano "ir a matar al baño". También han informado los funcionarios de que tras cometer el crimen, tenían en mente la idea de suicidarse.