Diversas imágenes recogidas en redes sociales muestran una discoteca de Pamplona abarrotada en la víspera de San Fermín, cancelado por el coronavirus.

En plena pista de baile, múltiples personas sin mascarillas y sin respetar la distancia de seguridad disfrutaban de una fiesta nocturna en Pamplona ayer.

Sin embargo, a las 00:45 el dueño del local informó por megafonía de la necesidad de que todo el mundo volviera a sus asientos y se pusieran la mascarilla, pero como la advertencia no funcionó, 15 minutos después apagó la música y decidió desalojar.

Hasta allí se desplazó la Policía Municipal, que ha corroborado que actuaron en colaboración total con el hostelero, que tomo la iniciativa de echar el cierre.

Este año Pamplona se enfrenta a una estampa de su ciudad muy diferente a la que luce otros años por las mismas fechas. Con terrazas cerradas, calles poco transitadas y mascarillas como complemento indispensable, la capital de Navarra se enfrenta a unas fechas de San Fermín atípicas.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento afirman que ha habido momentos puntuales de aglomeraciones y en los que no se ha respetado la distancia de seguridad, principalmente en las zonas de Navarrería y Calderería, lo que provocó que los agentes cortaran el acceso a varias calles.

Desde el Consistorio han puesto en relevancia el buen comportamiento mayoritario de la ciudadanía y de los hosteleros, que aseguran que la colaboración con ellos es total y que entre todos se está garantizando el cumplimento de la normativa sanitaria en los sanfermines.

La policía Municipal anoche tuvo que cortar el acceso de las principales calles de ocio en varias ocasiones por aglomeraciones puntuales. Sin embargo, en la mayoría de casos el distanciamiento social y el uso de mascarillas ha sido respetado, medidas que son obligatorias.