Desde Gijon hasta Córdoba. La falta de lluvias agrava también la contaminación porque para suplir la electricidad generada con el agua de los embalses en las hidroeléctricas se quema carbón y gas.

Lo más preocupante: el dióxido de nitrógeno, un gas que irrita las vías respiratorias y que procede fundamentalmente del tráfico.

La Unión Europea establece limites legales de esta partícula (40 microgramos x m3 al año) y nuestro país lo incumple sistemáticamente.

Tanto es así que este año la Comisión Europea estudia dar un ultimátum a los países que lo incumplen. Además de Esapña, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.