El viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Zubiaga, ha confirmado este lunes que el resto óseo hallado el domingo en el vertedero de Zaldibar es una tibia, que se supone pertenece a uno de los dos trabajadores desaparecidos tras el derrumbe de la escombrera el pasado mes de febrero, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuce.
En declaraciones a 'Radio Euskadi', Zubiaga ha estimado que se tardará entre tres días y una semana en identificar a quién pertenece. Según ha precisado, la obtención de ADN del hueso y la comparación con un familiar llevaría unos tres o cuatro días o una semana.
El viceconsejero informó el domingo del hallazgo de un hueso humano, junto a material textil, en el vertedero, tras profundizar más de 23 metros -el equivalente a una altura de ocho pisos- en los escombros.
Este lunes se han reanudado los trabajos de búsqueda, con maquinaria más pequeña e incluso a mano, para realizar el cribado de los escombros e intentar hallar los cuerpos. En este sentido, Zubiaga ha recordado que la zona en la que se halló el hueso es de alto riesgo y se tiene que trabajar "con mucho más cuidado y mucha más precisión", realizando "una labor mucho más arqueológica".
El viceconsejero ha recordado que se cree que al menos uno de los dos trabajadores se encontraba en el momento del derrumbe en la zona de la báscula del vertedero. Ayer se hallaron los primeros restos de esta báscula -desplazada ladera abajo, no en su lugar original- y posteriormente se encontró el resto óseo. "Es de suponer que en una zona próxima pueda hallarse más", ha apuntado al respecto.
Así, los equipos buscarán ahora desde el lugar donde se encontraron los restos hacia arriba, hacia la plataforma donde se situaba originalmente la báscula. Si se encuentran más restos, el protocolo indica que se paralice la búsqueda y se avise a los forenses y la policía científica. Si no se encontraran en esta zona los cuerpos, todavía quedaría por buscar en la parte alta de la plataforma original de la báscula.
El viceconsejero no ha querido calcular cuánto durarán los trabajos, después de mover hasta el momento unos 250.000 metros cúbicos de residuos en condiciones "muy duras", según ha destacado, para evitar nuevos desplazamientos mientras se buscaban los restos.