Madison cuenta que, tras confesar que era bisexual, tres chicos le insultaron, le lanzaron piedras y le escupieron. "Empezaron a llamarnos de todo, a un amigo le dieron una colleja".

Es menor de edad, y se esconde por miedo a encontrárselos de nuevo en Albacete. Porque lo que vivió, dice, fue un infierno. "Me escupió en la boca y me cogió del cuello", añade.

Su amiga Sara y otros cinco amigos que estaban con ella intentaron defenderla, pero denuncian que se encontraron con más violencia. "Nos fuimos para casa, pero no nos dejaban de perseguir, tuvimos que llamar a la Policía porque no dejaban de tirarnos cosas, escupirnos, insultarnos", cuenta su amiga.

La Policía consiguió identificar a los agresores y les recomendó denunciar. Según explica un miembro del Colectivo Abanico, "es un tema muy delicado porque las familias también pueden sentir miedo".

El problema es que muchos ni siquiera han salido del armario. Por eso, el alcalde de Albacete ya ha anunciado que estudia actuar ante esta agresión. "Los propios servicios ya están trabajando en el tema para evaluar nuestro posicionamiento y el de personarnos como acusación de estos hechos acontecidos", explica el Ayuntamiento en un escrito.

Un 70% de las agresiones homófobas quedan sin denunciar. Ellas tratan de reunir el valor para que la suya no quede impune.