El principal sospechoso y acusado del brutal asesinato de Leticia Rosino en Zamora podría pagar su crimen con 8 años de internamiento y otros 5 años de libertad vigilada. Al tratarse de un menor -tiene 16 años-, es la pena máxima a la que se enfrenta si se confirma su autoría de los hechos.

A falta de conocer los resultados de la autopsia, que determinarán si el asesino de Leticia intentó abusar de ella, el pueblo de Castrogonzalo sigue clamando por la pérdida de su vecina. Tenía 32 años y murió brutalmente, a base de pedradas con las que se ensañó, presuntamente, un joven de 16 años que se cruzó con ella en uno de sus paseos por la vera del río Eresma.

Más de 2.000 personas se concentraban este fin de semana en Tábara, Zamora, para despedirse de la joven asesinada y reclamar justicia. "Si ha sido capaz de hacer la aberración que ha hecho con 16 años, qué no va a hacer con 24; tiempo tiene para hacer otra aberración con 24 y volver con 45 con tiempo para hacer otra más", apunta indignado Rodrigo Cobreros, jefe y amigo de Leticia.

En un primer momento, el principal acusado trató de inculpar a su padre, pero aportó demasiados detalles a los investigadores, que determinaron que esos datos sólo podía conocerlos el verdadero asesino. La Fiscalía le acusa de asesinato y el juez ha ordenado su internamiento en un centro de menores.