El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) deberá abonar la que, según la asociación 'Defensor del Paciente', es la indemnización por negligencia médica más cuantiosa en España hasta la fecha: más de 5,5 millones de euros por las graves lesiones ocasionadas a una niña por errores en el parto en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas en 2012 (hoy Hospital General de Valdepeñas).

En concreto, el juzgado de Ciudad Real que ha dictado sentencia condena al ginecólogo y a la matrona que atendieron el parto a nueve meses de multa a razón de 10 euros diarios por un delito de "lesiones por imprudencia profesional grave", según indica la citada asociación -cuyos servicios legales han representado a los padres- en un comunicado.

Además, el tribunal condena a las aseguradoras Mapfre y Zúrich, con responsabilidad civil subsidiaria del SESCAM, a indemnizar a los padres de la menor con 2.591.498 euros más una pensión anual vitalicia de 25.500 euros, a lo que se suman los intereses legales correspondientes y las costas procesales, con lo que la cuantía total asciende a más de 5,5 millones de euros.

Según precisa en su nota el 'Defensor del Paciente', los hechos tuvieron lugar en octubre de 2012, cuando la madre de la pequeña afectada acudió al mencionado hospital con síntomas de parto. Durante el mismo -apunta- la matrona optó por prescindir de una de las cinchas utilizadas para monitorizar la frecuencia cardiaca del feto. "Tampoco se dio importancia a los 26 episodios de disminución de la frecuencia cardiaca del feto (...) ni a las 9 anotaciones de bradicardia", apunta el 'Defensor del Paciente', que señala que estos síntomas son "claras e inequívocas señales de alarma en la evolución de ese período de parto".

Pese a estas, prosigue, tanto el ginecólogo como la matrona "con un proceder absolutamente negligente", no tomaron las medidas necesarias para solucionar la pérdida de bienestar fetal. Como consecuencia, la recién nacida sufrió "un grave y severo daño neurológico" por la falta de oxígeno.

Como consecuencia, añade la asociación, en la actualidad la menor padece una encefalopatía hipóxicoisquémica con parálisis infantil grave de predominio distónico, sufre convulsiones y tiene que ser alimentada con una sonda. Además, tras el parto tuvo que permanecer hospitalizada durante 91 días en la UCI de Neonatología del Hospital de Albacete, precisando de diversas intervenciones quirúrgicas.