El peso de las cargas familiares sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres, sobre todo las cargas relacionadas con el cuidado de los hijos. Son ellas las que se encargan de saber qué comen, qué hacen y cómo se sienten los pequeños de la casa.

Estas responsabilidades tienen un precio físico y mental, además de consecuencias en sus trayectorias profesionales y en su vida personal. Por ejemplo, 1 de cada 3 madres ha sufrido algún tipo de discriminación laboral; 6 de cada 10 renuncian a su trayectoria profesional y el 68% hubiera tenido más hijos e hijas si no penalizaran su salario.

Estos son algunos de los datos recogidos en una encuesta realizada por la Asociación Yo No Renuncio, del Club de Malasmadres, sobre el coste laboral y personal de la maternidad. Un estudio en el que se muestra como la conciliación laboral en España se hace a base de sobrecargar a muchas mujeres que soportan las cargas familiares.

Coste laboral para las mujeres

Una de cada dos mujeres españolas (el 57%) ha sufrido una pérdida salarial al convertirse en madre, tras verse obligada a reducir la jornada, coger una excedencia o directamente dejar el empleo.

Asimismo, el 64% de las mujeres españolas ha sufrido un coste laboral por ser madre, al margen de sí ella cobraba más o menos que su pareja. En aquellos hogares en los que ambos aportan la misma cantidad de dinero, el porcentaje de mujeres que ha sufrido un coste laboral es superior al 50%.

"La falta de conciliación en España tiene un alto coste para las mujeres. La conciliación le sale gratis a las administraciones públicas", aseguró Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio.

Asimismo, Baena apuesta por "revisar el modelo social para buscar otras opciones que hagan sostenible la relación trabajo y vida. No se trata de aprobar permisos y ya, sino de cambiar la relación entre lo económico y los cuidados, y entender que los cuidados también tiene un coste".

Conciliación a costa de las mujeres

Las mujeres que continúan trabajando, se enfrentan cada día a una doble jornada laboral, la que realizan en su empleo y la que tiene que hacer en casa. Hecho que implica que muchas madres no tengan ni una hora de tiempo libre al día.

En el vídeo superior de la noticia, se muestra como incluso en las familias que se reparten las responsabilidades de la casa hay cuidados invisibles que siguen recayendo en las mujeres. El 69% planifica las comidas, el 70 % se preocupa de las amistades de sus hijos, el 71% está pendiente de los deberes, así una lista interminable de tareas que principalmente siguen siendo responsabilidad de las mujeres.

"El camino recorrido en el ámbito laboral no ha ido acompañado de cambios en la esfera doméstica, y las mujeres siguen asumiendo la gestión y organización del trabajo reproductivo", explico Maite Egoscozabal, responsable de Investigación Social de la Asociación Yo No Renuncio, en la presentación de este estudio.

Cuidados emocionales de madres e hijos

En la responsabilidad de los cuidados no solo se incluyen los físicos, también los emocionales. De esta forma, el peso de la atención emocional de los niños y las niñas también recae en sus madres.

El 65% de las madres son las responsables de gestionar las emociones de los menores. Asimismo, en el caso de niños y niñas con necesidades especiales, la diferencia es mayor, ya que en el 93% de los casos es la madre la que se encarga de gestionar las terapias.

Pero, ¿quién se encarga de la salud mental de las madres españolas? La falta de tiempo libre y la responsabilidad hace que el 64% de las mujeres con hijos llegue cansada al trabajo todos los días. Otra cifra preocupante es que el 66% indica que no ha pedido ayuda psicológica pese a sentirse desbordada y triste.

'El coste de la conciliación'

A continuación puedes consultar el estudio completo 'El coste de la conciliación', realizado por la Asociación Yo No Renuncio, del Club de Malasmadres. Para su elaboración se efectuó una encuesta entre el 8 y el 13 de febrero a la que contestaron 51.627 mujeres.

El objetivo de este estudio es medir, por primera vez, el coste que tiene la conciliación para las mujeres en términos económicos, emocionales y personales, y valorar todo el trabajo del cuidado que mayoritariamente sigue recayendo en las mujeres.