En una entrevista telefónica con laSexta, Montse asegura que les llamaron para pedirles explicaciones por la grabadora que portaba su hijo y para saber por qué el niño había dejado de acudir a su centro educativo en Getafe, pero nunca les preguntaron por los presuntos malos tratos a los que fue sometido el menor por parte de tres docentes.
Por esa razón y, tras elevar una queja ante Inspección Educativa, lo pusieron en manos de la Justicia, aportando como prueba la grabación que habían conseguido sobre el trato recibido por su hijo con autismo en el centro escolar. La habían conseguido colocando una grabadora en la ropa del pequeño durante una jornada lectiva. "¿Te echamos agua por encima?", se llega a escuchar en boca de una de sus educadoras y en tono de amenaza.
Ahora, una segunda familia ha denunciado ante la Inspección Educativa el trato que recibió su hijo de 10 años en el Colegio Público de Educación Especial (CPEE) Santiago Ramón y Cajal, en Getafe. Fuentes de la Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad ha confirmado que la denuncia llegó hace unos días a la Inspección y que hay una reunión con los padres, la dirección del centro pública y un miembro de la Inspección para abordar la situación.
Se trataría de la segunda denuncia que registra este centro, en el punto de mira después de que saliesen a la luz unas grabaciones donde se podían escuchar a trabajadoras riéndose y vejando a un menor de 8 años con autismo, que ya no está en el centro. Sus padres le habían colocado un dispositivo en la ropa para captas las conversaciones tras comprobar un "cambio brusco" en su comportamiento, en principio ajeno a su enfermedad.
Irene Camacho es la madre de este menor de 10 años que se enteraba de lo ocurrido por los medios y que, ante los periodistas situados en la puerta del centro, aseguraba que se había sentido "identificada", ya su hijo no quiere ir al colegio y creen que le ha podido pasar algo similar.
Al respecto, contó que lo encerraron con llave solo en una sala y que en alguna ocasión cinco auxiliares sujetaron al niño contra el suelo, lo que le parece "un maltrato en toda regla", aunque de momento no se han planteado denunciarlo por la vía judicial.
Según explicó Camacho, los profesores "decían que era lo habitual porque el niño estaba muy nervioso o con mucha ansiedad ya que les agredía". "El primer año en el colegio fue muy bueno pero el año pasado empezaron los problemas con muchos miedos y tenía un rechazo al colegio que no era normal. En unas 8 ocasiones le han tenido encerrado", afirmó.
También contó que su hijo lleva tres semanas sin acudir al colegio porque "no quiere venir" y en el centro "no pueden con él", por lo que se están planteando cambiarle. "No puede garantizar de que haya sido maltratado y me hubiera gustado también poner una grabadora, así que eso se va a quedar en duda porque mi hijo no me puede contar nada", concluyó.