En una iglesia de Bilbao están haciendo las maletas, desmontando medio siglo de historia en unos bajos del centro.

El Obispado tiene un preacuerdo con una empresa china y todo apunta a que podría convertirse en nuevo bazar chino en la misma zona.

"Esto fue una comisaría, una iglesia y ahora un chino, cosas que pasan", asegura una vecina. Otra apunta que "igual no había mucho feligrés".

Esa es una de las razones: faltaban feligreses. Aunque la más importantes es que la iglesia arrastraba deudas de alrededor de 40.000 euros por una derrama.

Desde el Obispado aseguran que los feligreses pueden repartirse en otros templos cercanos, al igual que los elementos ornamentales. El retablo de cerámica lo van a trasladar al seminario de Derio y están desmontándolo pieza a pieza.

"Desde el primer momento, el encargo que nosotros tuvimos fue que el mural fuese reutilizable, es un cambio de ciclo, una transformación", ha dicho Javier de Miguel, restaurador.

También indican desde el Obispado que este es el tercer templo en Bilbao, en los bajos de un edificio, en el que les toca echar la persiana en los últimos años.