Comienza la sesión de fotos y le pide que cambie su posición sobre la cornisa. Junto a él, se asoman 94 metros de caída. Las imágenes ganan conforme aumenta el riesgo. Practican el 'rooftopping' y no hay rascacielos en Madrid al que no les apetezca subir a estirar las piernas.

Desafían al equilibrio y a su propia seguridad. Todo con el objetivo de hacerse una foto frente a las Torres Kio o en Gran Vía.

Hablamos con los protagonistas en una terraza, desde donde buscan nuevos objetivos. "Son lugares emblemáticos de la ciudad en los que a todo el mundo le gusta hacer una foto, nosotros preferimos hacerlo desde arriba", explica uno de los protagonistas. "Es una sensación de querer vivir esa sensación una y otra vez", añade su compañero.

Pero no sólo les gusta a nuestros protagonistas, por el mundo hay más a los que parece que hasta les relaja. Lo llevan al límite. La Polícía está encima de ellos y les pillan hasta en las alturas. "Nos han pillado dos o tres veces, pero nunca hemos tenido problemas legales", aseguran.

En Madrid han aumentado los controles. Y al igual que suben, les toca bajar a toda prisa.