Esta escena, la de los migrantes en el agua, podría volver a repetirse si el pesquero Nuestra Madre Loreto se ve obligado a devolverlos a una patrullera libia.

Porque entregarlos o desembarcar en Libia son dos opciones que no se han descartado y aterrorizan tanto a migrantes como a la tripulación. El capitán teme un motín si llega el momento.

"Hemos escondido todo lo que hemos podido, cuchillos, tenedores, etc. Prefieren morir ahogados antes que ser retornados a Libia", explica Pasqual Loreto.

La vicepresidenta no ha respondido a si el Gobierno va a dar una solución, calla y no dice si Libia es un puerto seguro. En un comunicado, este jueves, asegura que siguen las negociaciones diplomáticas con el país africano, Italia y Malta.

El ministerio de Exteriores, en cambio, ha desaconsejado atracar en Libia por los recurrentes y graves problemas de seguridad.

El Gobierno valenciano insiste. Apoyan al pesquero de Santa Pola y ofrecen el puerto de Valencia porque sólo tienen combustible y comida para cinco días.

A esto se suma que algunos migrantes necesitan atención médica con urgencia. Uno de los dos menores tiene sarna y otro chico ha perdido la visión de un ojo.