Impotencia, rabia, e indignación es lo que sienten las médicas y médicos de Urgencias del Hospital Infanta Sofía de Madrid. Así lo explica Itziar Fortuni, médica de este departamento, que asegura que "no se puede atender a un infarto, a un ictus, a un edema de pulmón todo a la vez y una sola persona": "Eso frustra y agobia".

"El personal de urgencias de guardia es el mismo ahora con 60 camillas que en el 2008 con 15", denuncia Marina Parra, otra médica del mismo servicio.

Falta de profesionales, bajas que no se cubren y un presupuesto muy inferior al de otros hospitales madrileños los lleva a la huelga la próxima semana. "Llegamos cansados frustrados, llegando muchas veces a ser dos personas para atender todo en una guardia", explica Fortuni.

Se trata de una situación crítica que se extiende por todo el país, con huelgas y dimisiones de facultativos en Cantabria, Comunitat Valenciana, Aragón o Canarias. Una de las últimas en darse de baja ha sido la oncóloga del Hospital de Barbastro que, a través de una carta, ha querido explicar a sus pacientes sus motivos.

También ha dimitido el director médico del Hospital de Torrevieja, según los sindicatos por la falta de personal, algo que no es excepcional en nuestro país. En pie de guerra también están en Cantabria, donde los profesionales de atención primaria irán a la huelga a partir del 7 de noviembre.

Nuestros sanitarios no pueden más, la vocación no lo es todo y la precariedad les afecta a ellos pero también a todos nosotros.