Si usted es sospechoso de tener COVID-19, los sanitarios se desplazarán protegidos hasta su domicilio, le introducirán un bastoncillo por la boca o la nariz y llegarán hasta su faringe, donde recogerán una muestra, que congelarán y enviarán al laboratorio.

En un primer análisis, determinarán si tiene coronavirus o gripe. Y en caso de ser positivo, realizarán un segundo análisis que averiguará si está contagiado de COVID-19.

El 112 de la Comunidad de Madrid ha recibido esta semana más de 700 llamadas diarias. El criterio que siguen para derivar al paciente al sistema de salud pública es que tenga síntomas como tos, fiebre o dificultad respiratoria y que, a su vez, haya viajado a un país de riesgo o que haya estado en contacto con algún positivo.

Desde el Ministerio de Sanidad piden prudencia con las pruebas. "Si hay que tomar pruebas se tomarán. Lo que no hay que hacer es tomar muestras a todos los contactos porque no aporta información", afirmó Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.

Algunos pacientes denuncian que entre que llaman para contar sus síntomas y les hacen la prueba pueden pasar varios días. Por su parte, desde el 112 de la Comunidad de Madrid aseguran que el 95% de los casos sospechosos se suelen analizar en el día.