El Tribunal Supremo ha confirmado la sanción de dos días de arresto que un sargento impuso en 2013 a un guardia civil del Intercambiador de Palmanova, Baleares, por saludar y "dar novedades" sin llevar puesto el tricornio o la gorra que forman parte del uniforme.

El sargento observó cómo el guardia le saludaba desde el interior de una garita en la que hacía guardia para vigilar el citado intercambiador sin llevar puesta la gorra, por lo que ordenó al guardia "salir de la misma y darle novedades", relata la sentencia.

Al ver que el guardia seguía, ahora fuera de la garita, sin portar sobre la cabeza el tricornio o la gorra del uniforme, el sargento exigió una explicación, de la cual resultó que el guardia no había traído ninguna de esas prendas, "teniendo que finalmente prestarle una otro componente de la unidad".

El Supremo considera que la sanción por "descuido en el aseo personal o incumplimiento de las normas o instrucciones de uniformidad" impuesta por el sargento fue adecuada o, al menos, dictamina que cuando el Tribunal Militar Central confirmó en una sentencia aquel castigo no lo hizo de manera mal fundada en derecho.

La sanción fue recurrida por el guardia, quien argumentó que el Tribunal Militar Central no había respondido a sus argumentos, pero el Supremo determina que sí lo hizo, "con respuestas motivadas a todas y cada uno de los pedimentos". Por esa razón confirma el castigo al guardia descubierto.