El fiscal Luigi Patronaggio ha abierto esta investigación tras conversar en Roma con funcionarios del Ministerio del Interior y miembros de la Guardia Costera sobre estos eritreos a los que el líder de la ultraderechista Liga no había permitido bajar desde que atracaron en Catania el 20 de agosto, informan los medios locales.

Tras la noticia, Salvini ha calificado de "vergonzoso" que se investigue "a un ministro que defiende las fronteras de un país" y ha considerado que es esencial impulsar "una reforma de la Justicia", durante un acto en Pinzolo (norte).

Salvini volvió a utilizar un discurso duro contra la inmigración para afirmar que "los traficantes de personas favorecen la inmigración clandestina" y compran "armas y droga". "No nos rendimos, yo no busco venganza sino justicia (...) Ha habido quien ha querido investigarme por tortura, la gran parte de los inmigrantes que han llegado no escapaba de la guerra", apuntó, al tiempo que recordó una vez más que Italia ha acogido a 700.000 inmigrantes en los últimos años.