Rostros y gestos de agradecimiento entre los migrantes que están a punto de cumplir su sueño: llegar a España. Por eso se apresuran a lanzarse al agua, pero el patrón les llama la atención, es un momento delicado y la lancha podría volcar.

Antes, les pide que miren a cámara. Quiere grabar sus rostros, es la forma de acreditar ante su jefe que ha cumplido el encargo.

Es la primera vez que vemos cómo un grupo de migrantes desembarca de una narcolancha. Transporta bidones de gasolina para dar cobertura a las embarcaciones que llevan droga, pero les sobra espacio, por eso la Guardia Civil sospecha que las mafias rentabilizan el viaje transportando a personas.

Esta otra imagen aparecen unas horas antes recogiéndolos en las costa de Marruecos. La travesía en este tipo de embarcaciones es más rápida y segura, por eso las mafias cobran 2.000 euros por trayecto, el doble del precio de una lancha comercial.