Trágico desenlace para la ballena que fue rescatada del río Támesis entre el domingo y el lunes. Finalmente, el cetáceo ha tenido que ser sacrificado tras quedar nuevamente varado en un terraplén de la ribera, también, del río Támesis.

Todo comenzó el pasado domingo. Tras largas horas de faena, trabajadores de la policía, bomberos, biólogos marinos, veterinarios y guardacostas consiguieron rescatar al animal en la conocida como esclusa de Richmond, al suroeste de Londres. En ese momento ya presentaba "comportamientos preocupantes" que pusieron en alerta a los profesionales.

Sin embargo, a las pocas horas volvió a quedar atrapada en Teddington Lock. Un equipo de veterinarios de la Sociedad Zoológica de Londres evaluó al cetáceo y, tras notificar su mal estado de salud, decidieron sacrificar su vida.

La organización benéfica British Divers Marine Life Rescue informó que este miércoles se someterá a la ballena a una evaluación forense para esclarecer los motivos por los que se desorientó y se adentró en el río en tales condiciones.

Glen Nicolaides, comandante de la estación de bomberos londinense que se movilizó en el operativo para ayudar al animal, aseguró que "es algo muy raro e inusual". Pero no es la primera vez que esto ocurre: en 2018 se avistó una beluga a 40 kilómetros de Londres y en 2006 una ballena falleció después de remontar el río hasta la capital.